Llevábamos hablándolo hace mucho tiempo. Lo peor de la pandemia ya había pasado. Sabíamos que, con las medidas adecuadas, podríamos recuperar los bailes en la callea, aquellos bailes donde muchos aprendimos nuestros primeros pasos, donde pasamos tan buenos momentos.
Y así lo hicimos. Recuperando el espíritu más clandestino. De forma improvisada. A última hora.
Fuimos menos de los que solíamos ser, pero esto es solo el primer paso. Pronto habrá más y mejor.
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